Campaña de Vitelio Flavio (XXIII)

Risco Blanco, Ieneïe 5 de la Luna de la Flor Creciente. 574 Año de la Luz.

Vitelió abandonó el pueblo al comprobar la victoria de Stieg y las muertes negras y se dirigió  raudo  hacia Risco Blanco. Mientras empezaba a subir por las empinadas calles de la ciudad hasta llegar a su destino, las últimas luces rojizas del atardecer se iban apagando a sus espaldas.  Quería personificarse ante la octogenia o, en su defecto, ante la figura de autoridad a la que pudiera acudir en ese momento teniendo en cuenta su posición. Sabía cuáles iban a ser las palabras que iba a pronunciar ante la audiencia, cuando hubiera podido encontrarse con las autoridades correspondientes.



-          Mi nombre es Vitelio Flavio, hermano juramentado de la orden de Rohin, y vengo a denunciar ante los muy honorables enanos de la octogenia los hechos acaecidos en este triste día.



Esta mañana acudí al pueblo que me asignaron junto a dos amigos para defenderlo de la devastación perpetrada por los orcos, tomé posiciones defensivas y me encontraba planeando un plan de ataque cuando Stieg y las muertes negras llegaron al campo de batalla. En ese momento Stieg instigó, tanto a mis amigos como a mí, a unirnos a sus tropas bajo su estandarte con amenazas. Yo aconsejé a mis acompañantes que se unieran a sus filas, pues según me informó los cuervos escarlatas habían sido disueltos, pero le informé de que yo defendería el pueblo como hombre libre. Tal fue su rabia que en vez de prepararse para el combate contra los orcos se dirigió a mí, por la espalda, con el hacha en alto para asestarme un golpe mortal. Logré parar el primer golpe e intenté apartarle varias veces sin herirle para que viera lo absurdo de la situación pero al ver peligrar mi vida y ver que no cejaba en su empeño de darme muerte contraataqué, con lo que se había vuelto un duelo singular.



Pero oh, honorables miembros de este consejo! No vengo a denunciar su reprobable actitud y mal hacer al enfrentarse a sus aliados sino su cobardía y falta de honor al ordenar a sus tropas atacarme cuando vio peligrar su vida!!



Es cierto que es un comandante extraordinario y no he acudido ante el consejo para pedir castigo alguno.



 Creo que todos debemos luchar contra los orcos sin enredarnos en títulos personales ni en la búsqueda de gloria. Para mí lo único importante, como hermano juramentado y hombre libre, es salvar a los indefensos de los agresores y proteger las vidas que se ven amenazadas por las bestias que descienden de la montaña. Acudí aquí de buena voluntad porque requirieron mi presencia y si vuestro deseo es que permanezca luchando así lo haré, pero no estaré allí donde no me quieran o bajo un estandarte que desprenda cobardía.



Así pues pido a sus ilustrísimas que me dejen continuar luchando bajo el estandarte del cuervo escarlata con los hombres que quieran unirse a mi causa o, en su defecto, como hermano juramentado y hombre libre. Hágase su voluntad.

2 comentarios:

Ubpic dijo...

Después de la larga cabalgata, y con el tiempo suficiente para reflexionar sobre tus actos y planificar sus posibles consecuencias acudiste a Ciudad-Alta intentando entrevistarte con la octagonia.

El sol del ocaso se reflejaba sobre el lago artificial de delante de la cúpula del consejo, dorados y rojos centellaban incomodándote la vista, mientras esperabas ser nombrado para presentarte delante de la los máximos dirigentes de Risco Blanco y pronunciar tu discurso.

Cuando tus últimas palabras se perdieron entre las columnas de la cúpula, la respuesta del enano de Hierro, Consejero militar del consejo no se hizo esperar:

- Vitelio Flavio, hermano juramentado de la orden de Rohin y antiguo general de los cuervos escarlata. Representabas una de las compañías libres que defienden Risco Blanco, y más tarde se te ha dado la orden de disolver tu compañía y entrar a formar parte de las Muertes Negras de Stieg con rango de soldado raso. Como tal, formas parte del brazo militar del pueblo y debes obediencia a su máximo dirigente, así como al consejo.

- El incumplimiento directo de una orden del consejo, te ha hecho incurrir en un delito de desobediencia que en tiempos de guerra puede llegar incluso a castigarse con la muerte. Desencadenando dicho acto una contienda con el general de una de las compañías libres, poniendo en peligro la vida de un defensor del pueblo enano y comprometiendo seriamente la salvaguarda del pueblo en el que os hallabais. Mas, has acudido a nosotros para denunciar los actos, a tu juicio, miserables, de un valeroso miembro de las compañías libres para no pedir castigo a un hecho, tan repudiable.

Después de pronunciar estas palabras, hizo una seña a dos de los guardias de la estancia y prosiguió:

- Dices que lo único importante para ti es defender a los indefensos, haces gala de tu orgullo al recodar que fuimos nosotros quien buscamos tu presencia y te niegas a que el consejo asigne tu sitio en sus tropas. Acusas otra vez de cobarde a un hombre que con su compañía ha luchado solo contra cinco tribus orcas. Y pides el derecho de blandir de nuevo un estandarte que esta mañana se ha quedado sin soldados que lo respaldaran.

- El consejo podría responder a tu acusación y a tu castigo, pero creo que es justo esperar a la llegada de Stieg, que es preciso dialogar con el consejo después de arrojar luz a todos tus actos y decidir en consecuencia. Estos soldados te acompañaran a una casa en este mismo barrio, en la que serás recluido hasta el veredicto del jurado, no podrás recibir visitas sin el permiso expreso del consejo y restaras a la espera de nuevas órdenes.

Anónimo dijo...

Así pues, vuestro huesped se convierte en vuestro prisionero...

Esperaremos a Stieg y lo que tenga que decir señorías, solo espero que en el fragor de la batalla, cuando el último estandarte haya caído, cuando la Gloria y los títulos no sirvan para evitar la muerte de los hombres y la violación de las mujeres y niñas... y solo aguanten aquellos que se enfrentan sin temor a su enemigo, en pos del Bien y no de la fama o el botín...

...solo espero que en ese momento en que los diezmados grupos de reclutas novatos se miren entre sí en busca de un hombre que los guíe hacia la victoria..

...nadie encuentre a faltar mi gladio.

"Bendito sea aquel que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡¡¡Y tú sabrás que mi nombre es Rohín, cuando mi venganza caiga sobre ti!!!”