Campaña de Vitelio Flavio (XXI)

Cima del Salto, Ienuïe 2 de la Luna del Castor. 574 Año de la Luz.

Vitelio invirtió la mañana en comprar los pertrechos necesarios, comió algo en la posada y siguió de compras a lo largo de la tarde, encontró todo lo que buscaba (descontar del fondo monetario).

Con su cautela ritual Vitelio eligió la mesa donde cenar de tal forma que le permitiera ver la entrada de la posada.

Fue después de la segunda jarra de vino cuando una figura ataviada con una túnica entró, la lluvia era suave en ese momento, y se acercó a la barra. La mirada que el camarero dirigió hacia su mesa, hizo que Vitelio prestara más atención al forastero. Llevaba una capa verde oliva hechada sobre los hombros, con la capucha que le cubria el rostro, allí donde las gotas de agua habian caido con mas insistencia, el verde se habia oscurecido resaltando unos hombros mas bien delgados y unas mechas rojizas y mojadas que resbalaban por la mejilla del desconocido. El extranjero después de amagar con ir directamente hacia Vitelio, pagó unas monedas al tabernero y subíó por las escaleras.

Mientras el cloqueo de las botas de cuero se perdia entre el barullo de la taberna, Vitelio no distinguia el gesto que habia embarcado su cara, a medio camino entre mirada preocupada y sonrisa burlona.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vitelio:

De todas maneras él tenía habitación esa noche y ya iba siendo hora de ir a la cama. Fuera quien fuera se había fijado en él y eso no le gustaba, quería llegar a la habitación para comprobar que todo estuviera en orden y saber hacia dónde se dirigía el encapuchado. Quizás traía nuevas de Alessandro o quizás le estaba esperando en algún rincón para cortarle el cuello, ahora lo averiguaría...

Ubpic dijo...

Vitelio subió las escaleras poco a poco, haciendo el menor ruido posible. Unos pequeños surcos de agua dejados en la madera por unas pequeñas sandalias, guiaron a Vitelio hacia el marco de una puerta entreabierta.

Algunos dirán que fue por curiosidad, otros, porque iba borracho, otros, dirán que fue el destino... Pero si se lo preguntaran a él, sin duda, diría que fue por cautela.

Lo que vio, no dejó sin embargo de sorprenderle. La luz tenue de una vela iluminaba a parpadeos una silueta marmórea, delgada. Estaba de espaldas, habiendose desprendido del vestido y la capa mojada que descansaban en el respaldo de la silla.

Vitelio se debatia entre el deseo de aguardar silencioso esperando que la ninfa se diera la vuelta para poder dar forma a los senos que ya se dibujaban en su interior, o entrar a trompicones buscando el baño (lo de la frase ingeniosa se lo dejaba para Cayo, aunque ya no pudiese decir aquello de ¿te hecho una mano?).

Anónimo dijo...

Vitelio:

Sin embargo se quedó ahí, de pie,contemplando aquella figura sin pensar en nada. Como una polilla frente la luz de una antorcha.

Ubpic dijo...

Fue entonces cuando ella se giró, en todo su esplandor, se percató de la puerta abierta y de que vitelió estaba mirandola, se puso nerviosa, levantó la mano rápido hacia las ropas pero en vez de alcanzarlas tumbo la silla, que a su vez golpeo la vela apagandola.

Lo ultimó que vio Vitelio fue a la chica resbalar antes de que se apagara la luz, lo que escucho despues fue un sonoro golpe i un suspiro ahogado.

Anónimo dijo...

Vitelio:

Preocupado por lo que le podía haber ocurrido a la chica entró en la habitación con un atisbo de culpabilidad.

A tientas intentó encontrarla para saber si se encontraba bien, buscó alguna sábana con la que cubrir su cuerpo, y encendió la vela para poder atenderla mejor y que no se asustara.