Campaña Silverleaf (I)

En algun sitio del señorio de Doucemer, Aerien año 572.

Compañia: Harold, Roderik y Alastor Silvrleaf, Ser Hector.

-Las tierras del Lord de Aguasdulces abarcan la extensa llanura delimitada por las rocosas sierras de Orkney al este, al oeste por la Sierra del lago y al norte por una de las Sierras gemelas. La llanura está salpicada de frondosos bosques, tierras de labranza y pequeños feudos que relucen con la luz del sol. Si Sharn es el rubí industrial de Aerien, Doucemer es su zafiro productivo con la ciudad que lleva su nombre como joya de la corona. La ciudad domina el lago y la llanura y por lo tanto es el punto de comercio más fuerte del país.

Así terminaba su exposición Ser Hector, el hijo mayor de Lord Hoster señor de Doucemer, mientras paseaba por sus futuras campiñas rodeado de los recientemente nombrados caballeros, los hermanos de la familia Silverleaf.

Pero no adelantemos acontecimientos, después de dar caza al gran oso Comehombres y terminar con una pequeña compañía de bandidos, los hermanos (algunos más heridos que otros) celebraron un banquete en su honor y se dispusieron a realizar una noche en vela para rezar a sus dioses sobre el recto camino de la caballerosidad, pues por la mañana iban a ser nombrados caballeros.

-Los tres Silverleaf pasareis la noche en el bosque de los dioses, espero que en silencio y reflexión,-Dice con voz grave Sir Jaradan- no es ningún secreto lo que debéis hacer en este santo lugar, la vida del caballero es ardua, recta y difícil de seguir, aunque desee de todo corazón, mis escuderos, que dediquéis vuestra vida a servir a este ideal y a vuestros dioses, solo vosotros decidiréis vuestro futuro. Con gran lentitud, y después de posar en cada uno de vosotros su cruda mirada de acero, se retira del bosque dejando sin resolver una pregunta en el aire: -¿haréis y cumpliréis vuestros votos mañana, o solo serán promesas vanas en el aire?

Roderik, se arrodilla ante el gran árbol blanco "Que tontería tan grande tener que arrodillarme ante un árbol para hacer un juramento, representa acaso que si lo incumplo ¿tendré que rendir cuentas ante un tronco?, cada vez veo más lo absurdo que es esto de ser caballero, pero si así tengo más probabilidades de ganar tierras..." -Aquí, ante los antiguos dioses, yo, Roderick Silverleaf me consagro a proteger a los débiles y a defender a mi rey así cómo a mi señor de Aguasdulces.-

" Y ahora a sobar un poco, el brazo no me ha dejado dormir bien esta noche y estoy cansado, además no se acaba de curar y la escayola hace que me pique horrores, debería haberme llevado un tenedor a consagrar, me serviría más que esta espada."

Mientras los pensamientos impuros alejan a Rodercik de la protección de sus dioses, Harold, el mayor de los hermanos reza abstraído por él y los suyos. Alastor, en cambio, desiste en sus intentos de velar por sus principios y sus dioses y acaba divagando por su mente entre torneos, monstruos y damas en apuros. La mañana sorprende a los tres hermanos sumidos en el sueño, aunque logran reponerse antes de la llegada de Sir Jaradan que los acompaña ante su Lord. Con otro majestuoso festín se celebra el nombramiento de los nuevos caballeros, ceñidos por Lord Hoster señor de Aguasdulces, pasan a ser sus caballeros vasallos.

No hay comentarios: