Ieneíe 9 de la luna de la semilla. 573 Año de fuego
[Buscar (02/42), Otear (91/49), Escuchar (77/43), Oler (52/30)]
Ante tus ojos se abra una plaza con un mercado, nada fuera de lo comun. La gente, en pequeños grupos llegan compran y se van. La pressencia de guardias quizas se deba a la cercanía de las pertas y el rio.
(Habla Fluida (98/19)) Tus intentos por acercate a la gente y buscar información sobre un elfo oscuro armado con un mandoble crean nerviosismo en la plaza, hasta tal punto que un guardia se te acerca:
-Disculpe señor voy a tener que pedirle que deje de alterar a los aldeanos, si no tendré de tomar medidas.
En un intento por evitar más malos entendidos y probar suerte entras en una pequeña posada anexada a la plaza, en su latrero, una gran puerta roja.
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Ante tus ojos se abra una plaza con un mercado, nada fuera de lo comun. La gente, en pequeños grupos llegan compran y se van. La pressencia de guardias quizas se deba a la cercanía de las pertas y el rio.
(Habla Fluida (98/19)) Tus intentos por acercate a la gente y buscar información sobre un elfo oscuro armado con un mandoble crean nerviosismo en la plaza, hasta tal punto que un guardia se te acerca:
-Disculpe señor voy a tener que pedirle que deje de alterar a los aldeanos, si no tendré de tomar medidas.
En un intento por evitar más malos entendidos y probar suerte entras en una pequeña posada anexada a la plaza, en su latrero, una gran puerta roja.
Al entrar, un vistazo rápido:
(otear 06/54)
Más bien vacío, 5 clientes, dos en la mesa Norte del fondo (un elfo y un hombrecillo que se muestra nervioso, los dos han dejado de hablar a tu entrada). A tu derecha otro elfo, ataviado de oscuro y con la pierna entablillada, vigila la mesa norte de forma demasiado descarada como para estar espiandolos. De espaldas a ti en la mesa más cercana, otra persona, de ella solo ves su pelo blanco, se gira con una sonrisa en la boca, su dientes blancos relucen en su piel azabache y sus ojos carmesi, te saluda y te invita a sentarte. En la barra un borracho parece no darse cuenta de todo lo que le envuelve, la regetnte limipia jarras destras de la barra.
1 comentario:
Vitelio:
Contento por haber hallado al elfo entre tanta gente, la suerte no lo ha abandonado de momento, se dirige a la mesa con gesto amable.
- Parece que nuestros caminos vuelven a cruzarse joven Drow, le saluda en voz moderada mientras se sienta a su lado.
Vitelio se interesa por su situación, preguntando acerca de su búsqueda, los motivos de su estancia en Brindol y si se hospeda en algun lugar. Hace preguntas nada comprometidas, más que nada para dar pie a otro encuentro con un poco más de intimidad o para contar con su compañía durante los días que permanecerá en la ciudad. Mientras, observa a los demás intentando captar que está sucediendo en la mesa de enfrente y que relación podría tener con ellos el elfo de la pierna entablillada.
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