Campaña de Vitelio Flavio (VI)

El Valle de Arkhen, la Tierra de los Valles. Ienuïe 20 de la luna de la cosecha. 573 año del fuego.

Compañia Rohirrim: Artorio Galba, Quinto Barro

Las montañas y las colinas de alrededor, despertaban a su paso, el invierno caía derretido por el sol, furiosos ríos de agua helada bajaban por los valles despertando a hombres, bestias y arboles por igual. Los arboles, que, cenicientos, habían resistido el invierno, mostraban orgullosos y enhiestos su nuevos trajes verdes. Lar ardillas correteaban entre ellos y algunos osos ya se habían despertado en busca de comida y sol. El bosque cobraba vida y con él, los elfos verdes, que no tardaron en fijar la vista en los dos viajeros.

Caído sobre su bayo, un hombre calvo y fuerte se balanceaba con el cabalgar del caballo mientras se quejaba de dolor de cabeza. Su acompañante de porte elegante, sobre su imponente weshtiano negro, que dejaba escapar vaho continuamente, pensaba en el próximo paso a dar.

Había partido con un mensaje importante y no solo volvía con una respuesta vacía sino que estaba llena de veneno. El solo, se había enfrentado al senado defendiendo su causa y la de sus amigos y superiores, no había servido de nada. La antigua orden formada por los más grandes guerreros del antiguo imperio se convertía en abono para los nuevos Rohirrim. Los nuevos Rohirrim volverían a ser solo de Rohan, y si para ello tenían que caer grandes hombres como Vitelio y su compañía, fue aceptado como un justo precio a pagar. La misión se daba por fallida, se culpaba al general y se ordenaba a los supervivientes dispersarse.

El senado estaba lleno de víboras intentando medrar y Vitelio siempre había sido un inconveniente para ello, así que le quitaron sus hombres y sus honores e incluso se llegó a hablar de traición. Un nuevo ejercito nacía y no había sitio en el ni para Artorio, ni para sus amigos, en sus alforjas llevaba la orden de dispersión si conseguía llegar con vida, los caminos empezaban a llenarse de salteadores…